viernes, 11 de septiembre de 2015

Reseña de "La ciudad de cristal"

RESEÑA DE LA CIUDAD DE CRISTAL

La novela Ciudad de cristal de Paul Auster se enmarca dentro de la llamada La Trilogía de Nueva York, tres libros cuya trama transcurre en dicha ciudad y que suponen una revisión de la novela negra y el género detectivesco: Ciudad de cristal (1985), Fantasmas (1986) y La habitación cerrada (1986).
Daniel Quinn es un poeta que, tras la muerte de su mujer e hijo, abandona la poesía y escribe novelas policíacas bajo pseudónimo. Una noche recibe una llamada buscando a un detective llamado Paul Auster. Seducido por la idea de encarnar a Max Work, el personaje de sus novelas, decide hacerse pasar por Auster y se convierte en detective, siendo su labor vigilar a un tal Peter Stillman. Este es el argumento. Pero a partir de él empieza a construir un mundo mucho más complejo.

Fragilidad o dureza, transparencia u opacidad, simetría, refracción. Las propiedades físicas del cristal pueden servir para intentar entender un poco esta obra de Paul Auster.
Centros, ejes y planos de simetría como los del cristal estructuran el escenario de la novela. La ciudad de NY se transforma en un laberinto en el cual el lector se mueve siguiendo al protagonista, mientras siente cómo le  envuelve una atmósfera cada vez más agobiante. Ambos se encuentran perdidos en ese laberinto, con la sensación de que no hay nada fijo, que todo se desplaza, todo se refleja, dejándoles desconcertados y alejándolos cada vez más de su objetivo.
Porque la novela crea un sistema de dualidades, de duplicidad, que nos involucra a nosotros mismos. Representa un juego de identidades, un juego de espejos que nos hace estar en el doble plano de la realidad y la ficción:
La novela surge a raíz de una anécdota real: una llamada equivocada en mitad de la noche preguntando por una agencia de detectives. Los personajes y elementos significativos de la novela se reflejan en otros. Hay dos Peter Stillman, padre e hijo, dos libretas rojas, tres Paul Auster si incluimos al autor de la novela, dos partes en el libro que escribió Stillman, dos incendios, las iniciales de Don Quijote coinciden con las de Daniel Quinn, un cambio en la persona del narrador…

Es la novela un lugar donde se ejercita explícitamente la metaliteratura. Aparte de la gran cantidad de referencias literarias que encierra (bíblicas, poéticas, novelísticas, cuentísticas…) y de los simbolismos de casi todos los nombres propios, el libro es una especie de transposición, de paralelismo de El Quijote donde cambian las coordenadas espaciotemporales y el subgénero novelístico: de la región manchega del siglo XVII a la NY del siglo XX y de una novela de caballerías a una policíaca, un hombre se enfrenta a los mismos devaneos mentales con la realidad, plagada de metafóricos molinos de viento..

Al igual que Cervantes en El Quijote, que consiguió una renovación del género, Auster quiere tomar el género como pretexto, partir de una novela policial para tratar luego con temas mucho más grandes, consiguiendo también acabar con bastantes de los tópicos que lo aquejaban. Cargada de tintes surrealistas y kafkianos envuelve al lector en un clima, una atmósfera opresiva en la que el personaje se diluye y en la que la falta de un final concreto carece de importancia.

De Ciudad de Cristal se realizó una excelente adaptación gráfica a manos de Paul Karasik y David Mazzuchelli que resulta muy interesante al poner imágenes a muchos de los símbolos, situaciones y escenarios de la novela ayudando al lector a extraer algo más del jugo de esta obra.


Carmen Truchado.